Historia

SINOPSIS DE LA HISTORIA DE LA CONVENCIÓN BAUTISTA DE COSTA RICA,

 HOY,  FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES BAUTISTAS DE COSTA RICA

Preparada por Johnny Saborío Conejo

Introducción

La historia de la obra bautista en Costa Rica en muy rica y profusa en detalles, acontecimientos, personas y anécdotas. No obstante, lo que a continuación vamos a compartir, lamentablemente no incluye toda esa valiosa información en virtud de que, como lo refleja el título de esta ponencia, estamos sintetizando en muy poco espacio una historia que da para muchas páginas.

Por otro lado, como es propio y honesto reconocer, la verdadera historia la viven sus actores concretos en momentos concretos; lo demás, lo que se escribe mirando retrospectivamente, es una interpretación de acontecimientos que, por su naturaleza, corren el riesgo de estar sesgados por un particular punto de vista.

 Sin embargo, el compilador de esta información, se acercó lo más posible y con la mayor responsabilidad académica, no solo a los documentos históricos como es el caso de la Revista Lumbrera Bautista, sino a los actores que aún vivían y que dieron fe de lo acontecido. [1]

Otra limitación es que este segmento histórico contemplará la obra desde sus inicios hasta el año 1980. De esta fecha al presente, está en elaboración una tesis de grado de la Revda. Nidia Rodríguez Jiménez que nos acercará aún más a las nuevas generaciones de bautistas de las últimas tres décadas.  Por otro lado, la hermana Rodríguez, está haciendo una recopilación de la presencia histórica y, en no pocas ocasiones invisibilizada, de las mujeres bautistas desde los inicios de la obra.

Con esa salvedad y profundo respeto por nuestros antecesores, expongo ante ustedes estas líneas que demarcan el devenir histórico de la obra que tanto amamos. 

A  mediados de la década de 1880 llegaron inmigrantes de raza negra a la zona atlántica de Costa Rica. En su mayoría éstos estuvieron motivados por la búsqueda de empleo en las plantaciones bananeras y construcción del ferrocarril.

Estos grupos eran provenientes básicamente de Las Antillas y Jamaica. En un porcentaje importante estos nuevos inmigrantes eran creyentes protestantes y, en el peor de los casos habían ya tenido influencia del protestantismo europeo por causa de la influencia de la Gran Bretaña en las colonias caribeñas. Esta época fue coincidente con el ingreso de la agencia misionera Jamaica Baptist Union.

Ya en el año 1887 esta agencia comenzó un proceso de acompañamiento espiritual a los inmigrantes bautistas que llegaron a nuestras costas formando parte del variado grupo de antillanos y jamaiquinos. Este ministerio dio  como resultado que el 2 de noviembre de 1888 se organizara la primera iglesia bautista en suelo nacional.  Esta fue la First Baptist Churches, la cual permanece hasta hoy (2009) bajo el pastorado de la Revda. Marlene Dell Hamilton. El primer pastor de la congregación fue el Revdo. Johsua Heath Sobey, quien fungía como misionero de la Jamaica Baptist Union. El trabajo de la nueva iglesia floreció prontamente y ya a finales del año 1989 la iglesia contaba con 23 miembros  y una asistencia a la Escuela dominical de más de 50 personas. Este grupo pionero tenía un gran espíritu misionero y realizaron una importante labor de colportaje en toda la zona atlántica.  En la siguiente década ya había obra misionera organizada en los pueblos de: Calcuta, Milla Nueva, Matina, Porvenir, Guácimo y Turrialba. Pronto nacieron otras congregaciones en otros lugares como Puerto Viejo y Siquirres entre otros. La obra continuó  desarrollándose en diferentes comunidades, solo que, el esfuerzo misionero solo pudo llegar hasta Turrialba. La razón fundamental era que, debido a la mala relación entre la población negra de Limón y los habitantes del Valle Central,  había  una prohibición en el sentido de que los habitantes negros de Limón pudieran pasar de Turrialba hacia el centro del país. Este fenómeno dio lugar a que el desarrollo de la obra bautista en el valle Central fuera, en un principio, un movimiento separado de los bautistas del atlántico.

Los Bautistas en el Gran Valle Central

Así las cosas, se abre otro capítulo de la incursión de Los Bautistas en suelo costarricense, esta es la incursión de la obra hispana en el Valle Central.

La obra bautista de habla hispana  fue fundada en San José en el año 1942 por el Revdo. Aurelio Gutiérrez Caballero de nacionalidad nicaragüense. El Revdo. Gutiérrez fue un pastor bautista que vino de Nicaragua a San José para cursar estudios en el Seminario Bíblico Latinoamericano, y, al no encontrar obra bautista en la gran área metropolitana se incorporó a la iglesia Centroamericana.

Muy pronto el pastor Gutiérrez entró en conflicto con el liderazgo de la Misión Centroamericana por asuntos básicamente de carácter doctrinal, en particular por el problema del bautismo de niños. Fue así como en el 9 de agosto de 1943, con aproximadamente 35 creyentes todos disidentes de la Iglesia Centroamericana, se organizó la primera iglesia bautista de habla hispana en el Valle Central. Este grupo comenzó su trabajo en un lugar llamado La Terronera en  una barriada de la zona sur del centro de San José.  Pronto el Rvdo. Gutiérrez entró en contacto con el misionero Pablo Bell que residía en Panamá para solicitarle el alero Bautista a la nueva agrupación.  Así, el 7 de septiembre de 1943, el nuevo grupo decide abrazar oficialmente la identidad de la denominación bautista y pasó a llamarse entonces Iglesia Bautista Nacional.

De esta primera congregación bautista llamada Iglesia Bautista Nacional el 7 de septiembre de 1943, surge la primera división en el seno mismo del liderazgo bautista. Apartándose del grupo original proveniente de la Iglesia Centroamericana liderado por don Aurelio,  la iglesia se separó y se instaló, tiempo después, en el Barrio Lujan al sureste de San José.

Como hemos visto, aunque la obra era fuerte y creciente, no pudo evitar esa primera división. El grupo restante que no continuó con la Iglesia Bautista Nacional, se organizó aparte y continuó reuniéndose en la casa de la hermana Nelly de Mora. Pronto, con ayuda tanto nacional como extranjera, adquirieron un terreno en avenida 12 y calle 8, lugar en donde se construyó un hermoso templo y el 7 de diciembre de 1943 se constituye la hasta hoy llamada Primera Iglesia Bautista de San José. Este nuevo grupo organizado, fue reconocido oficialmente por la Home Mission Board en esa misma fecha. Las dos congregaciones continuaron trabajando separadamente. Más tarde, por la tenacidad y espíritu de liderazgo del pastor Gutiérrez, prontamente, en el mes de febrero de 1945 nace la revista Lumbrera Bautista, primer órgano oficial de comunicación de la nueva denominación. 

La revista Lumbrera Bautista nace un año antes de la constitución formal de la Convención Bautista de Costa Rica, la cual ocurrió en el año 1946 con la participación decidida y voluntaria de las primeras 4 iglesias existentes, todas surgidas del ministerio misionero de la Primera iglesia Bautista de San José. 

Las iglesias fundadoras de la CBCR fueron: San José, con el Revdo. Aurelio Gutiérrez; Limón Hispana con el Revdo. Jerónimo Campos; Alajuela con el Revdo. Rafael Mendoza y Naranjo con el Revdo. Oscar Gómez.  Estos mismos pastores formaron la primera mesa directiva en forma provisional.  La primera reunión de Asamblea que se conoce por los datos históricos se celebró en Moravia del 2 al 4 de abril de 1947 con la participación de 35 delegados representantes de las iglesias y misiones bautistas del país. En ocasión de esa primera reunión formal se aprovechó para bautizar a 19 nuevos creyentes y se recogió una ofrenda para misiones que ascendió a ¢1.944.00.  La siguiente asamblea se fijó para  la segunda semana de febrero del año 1948.

 Es honesto confesar que algunos agentes externos a los bautistas contribuyeron grandemente al desarrollo de la obra; éstos fueron el Dr. Enrique Strachan y su esposa Doña Susana, para entonces directores del Seminario Bíblico Latinoamericano. En ésta institución teológica  se prepararon los primeros líderes bautistas que fundaron la Convención. La segunda Asamblea de la joven Convención sería en Alajuela la segunda semana de febrero de 1948.  La reunión se realizó con bombos y platillos y se nombró la primera directiva formal de la Convención. Ésta fue formada por los siguientes hermanos: Aurelio Gutiérrez: presidente, Jerónimo Campos: vicepresidente, Rafael Mendoza: secretario, Dean Fitzyerald: tesorero y Rafael Rojas: secretario de estadística.  El Revdo.  Aurelio Gutiérrez, en ese entonces estudiante del Seminario Bíblico Latinoamericano entró en conflicto con la institución porque se puso a hacer proselitismo al interior de ella y rebautizó a tres alumnos.

Ya a principios de 1948, llegó a radicar indefinidamente a Costa Rica el misionero Revdo. Van Earl Hughes.  Éste se ganó el corazón  de los bautistas costarricenses porque era muy pastoral y abierto para el diálogo, a diferencia de la personalidad de su antecesor Pablo Bell.  La obra crecía y se solidificaba con el aporte mancomunado de misioneros y pastores. Algunos de nuestros primeros líderes fueron muy influyentes y respetados; a pesar de la persecución que ejercía por aquellos tiempos el catolicismo romano, nunca se amedrentaron.  Se cuenta que el pastor Oscar Gómez se quejó ante el propio presidente de la república el Señor Teodoro Picado Michalky porque estaba siendo amenazado por el sacerdote de Naranjo José Del Olmo, lo que provocó que el propio señor presidente atendiendo la queja del pastor Gómez, le llamó la atención al cura Del Olmo y le pidió que dejara trabajar tranquilos a los bautistas.

La Fructífera década de los cincuenta

Esta década fue muy fructífera para la obra nacional, nuevas iglesias continuaban  naciendo, entre éstas: Pérez Zeledón 19 de marzo de 1956, bajo el pastorado del hermano Luís Guevara; Turrialba, 2 de septiembre de 1954, bajo el pastorado de Josué Artavia. También se construyeron nuevos edificios de reunión, para otras tantas que se iban consolidando. Algunos de éstos fueron: El templo de la iglesia bautista en Naranjo se inauguró el 27 de enero de 1951, bajo el pastorado de don Oscar Gómez. El templo de la Hispana de Limón se inauguró en abril de 1952, bajo el pastorado del hermano Emmanuel Rojas. La primera piedra del templo de la 1ª Iglesia bautista en Alajuela se colocó el 8 de julio de 1952, bajo el pastorado de don Rafael Mendoza. El templo de la 1ª Iglesia Bautista de San José se inauguró el 24 de enero de 1954; este edificio era considerado en su momento como una joya arquitectónica. El 2 de enero del año 1955 se inauguró el templo de la Iglesia Bautista en Cinco Esquinas, bajo el pastorado de Don Teodoro Quirós. Aunque la obra había comenzado a principios de la década, no fue sino hasta el 5 de abril de 1959 que se coloca la primera piedra del edificio de la 1ra Iglesia Bautista en Heredia, inaugurándose el templo en ese mismo año, bajo el pastorado de don Oscar Gómez.

Nace el Instituto Teológico Bautista.

Esta fue la escuela formal de capacitación para los líderes y pastores de la denominación. El trabajo comenzó con 12 estudiantes y poco tiempo después fue reestructurado para que funcionara como Seminario al estilo de los Seminarios de USA. La primera graduación fue el 5 de diciembre de 1952, siendo los primeros graduados los jóvenes Oscar Gómez, y Josué Artavia con Diploma en teología y  la señora Cecilia de Gómez con Certificado en Educación Cristiana. La graduación fue presidida por el misionero Carlos Bryan  y el sermón estuvo a cargo del Revdo. Adolfo Robleto.

Después de haber compartido los logros en el campo del crecimiento numérico de la obra en la década de los cincuenta, pasaremos a contemplar algunos aspectos del celo doctrinal de los bautistas.

Programa radial.

En la primera década de existencia, los bautistas no mostraron mayor interés en la comunión y coparticipación con otras agrupaciones evangélicas. Los bautistas tenían, desde octubre de 1950, un programa radial llamado “La hora radial bautista” . Aunque, para ese tiempo ya existía la emisora evangélica TIFC Faro del Caribe, no obstante los bautistas pasaban su programa en la muy popular emisora comercial conocida como “La Voz de la Víctor”. El programa salía al aire todos los lunes a las 8.30pm. En él se destacaba con mucha vehemencia la doctrina de la denominación, su acérrimo anticatolicismo y su denodado espíritu evangelistico.  Cuenta el misionero David Solt de la misión Latinoamericana y que fue uno de los fundadores de Faro del Caribe, que el pastor bautista que comenzó poco a poco a acercarse a la emisora evangélica fue Adolfo Robleto. Luego se fueron acercando más pastores como: don Aurelio Gutiérrez, Don Oscar Gómez y don Teodoro Quirós, entre otros. Tiempo después, los bautistas tenían ya un programa en la emisora evangélica llamado “Manantial de Bendiciones”.

Organización de la Alianza Evangélica Costarricense.

Este fue otro ejemplo de la desconfianza bautista por las relaciones ecuménicas.  Los bautistas no quisieron formar parte oficial del grupo fundador de La Alianza. En el año 1950, participaron en su asamblea como observadores, aduciendo un tiempo más prolongado de espera para su adhesión formal. Los bautistas se declararon seguidores fraternos de La Alianza, ofrecieron cooperación pero se negaron a aceptar compromisos ecuménicos que los inmiscuyeran en creencias no compartidas.

Surgimiento de las organizaciones internas

Después del acelerado crecimiento de las iglesias locales, y mirando un poco hacia atrás, la década de los cincuenta y sesenta fue también  muy fructífera en el surgimiento de las diversas agrupaciones internas en la Convención Bautista de Costa Rica.  Las tres agrupaciones mas emblemáticas surgidas fueron: La Asociación de pastores, La ASO Jóvenes y La Unión Femenil.  De acuerdo a la información de la Revista Lumbrera (agosto 1962, pág.11), la Asociación de Pastores nace en el año 1956 en un tiempo de crisis de la denominación. La fragmentación de las relaciones interpersonales no era solamente con algunos de los misioneros, sino también entre los pastores nacionales.  La lucha de poder y la búsqueda de una imagen preponderante asomaba en la incipiente organización. La primera Junta Directiva de los pastores quedó formada por los siguientes ministros: Oscar Gómez Ch. en la presidencia, Adrián González en la vice-presidencia, Antonio Artavia en la secretaría y Luís E. Guevara como vocal. En sus inicios se hicieron esfuerzos por crear un proyecto de jubilación pastoral pero no fructificó.

 La organización juvenil surge a mediados de 1952 como resultado de la motivación producida por una actividad llamada Semana de la Juventud. A partir de esta experiencia, los jóvenes Luís E. Guevara y Carlos Luís Gómez impulsaron el nacimiento de lo se llamó la ASO jóvenes.  Su primera directiva estuvo compuesta por los jóvenes: Carlos Luís Gómez en la presidencia,  Bolívar Anchía en la vice-presidencia, Dulia Gutiérrez como secretaria, Mario Chacón como tesorero, Isabel Gamboa como secretaria de estadística, y en la vocalía Jorge Gómez y Misael Quirós. La participación de la juventud fue muy importante en el desarrollo de la Campaña de las Américas (1966).

La Unión Femenil Bautista de Costa Rica  surge en 1953, no solo para aglutinar a las mujeres bautistas de las iglesias afiliadas, sino para constituirse en la columna vertebral de los programas de educación cristiana para la niñez. Por otro lado, el aporte de las mujeres en el campo de las misiones fue siempre muy valioso. En realidad las primeras mujeres que emergían al liderazgo eran las esposas de los pastores y misioneros entre ellas:  Oliva de Gutiérrez, Piedades de Campos, Leticia de Mendoza,  Cecilia de Gómez,  Esmirna de Piedra, Ruth de Soto, Elizabeth de Guevara, Betty de González                                                                                            

Francisca de Goldfinch, Warrine de Hughes, Marta de Bryan, Lavora de Sprinkle y Bethy de Gregory entre otras.    

Continuando con la fructífera década de los cincuenta, damos cuenta de la apertura de nuevas misiones y la inauguración de otros tantos templos bautistas auspiciados por la Primera Iglesia Bautista de San José. Estos fueron: Puntarenas en el año 1954 se inició como misión  bajo la responsabilidad del hermano René Rojas. Este esfuerzo misionero tuvo grandes problemas en sus inicios pero luego fue consolidado por el pastor Eliécer Gómez. Surge la misión en Paso Ancho con el trabajo de los jóvenes Carlos Luís Gómez y Luís Guevara, ésta se organiza como iglesia el 25 de abril de 1956 bajo el pastorado de Josué Artavia. Inauguramos la década de los sesenta con una organización denominacional ampliamente consolidada en donde uno de los nuevos cambios fue la conducción de la revista Lumbrera. La estafeta es recogida por el pastor Teodoro Quirós de manos de su fundador el Revdo. Aurelio Gutiérrez. El tono apologético que la revista tenía desde sus inicios se atenúa, convirtiéndose en una vitrina de la prosa y poesía bíblica con un profundo tono pastoral. No podía ser de otra manera estando en la mano del pastor poeta  Don Teo, como solía llamársele.

Nuevas iglesias surgen en la década: Cartago, dirigida por el misionero Daniel Sprinkle se consolida como iglesia en 1961 y ya en el año 1962 inaugura su templo bajo el pastorado del hermano Ricardo Cabezas. Moravia, había surgido como misión de Guadalupe y se consolida como iglesia en 1966 bajo el pastorado de Francisco (Paco) Rojas.  Desamparados, surge también bajo el alero de la Primera Iglesia Bautista de San José.  La obra fue dirigida por el hermano Eduardo Guevara. Del génesis concreto de la iglesia no se tienen datos muy exactos pero se dice que fue entre los meses de febrero y marzo de 1963. De la inauguración de su templo tampoco hay datos exactos, pero en la revista Lumbrera del primer trimestre de 1968 se habla de la dedicación de su templo el 4 de febrero de 1968 bajo el pastorado de Guido Picado.  El acto de entrega del templo estuvo a cargo del misionero Laverne Gregory presidente de la Misión Bautista, el predicador fue el pastor David Guevara y la oración de dedicación estuvo a cargo del pastor José Antonio Morales  representante de Sociedades Bíblicas.

Nuevas Iglesias surgen en la década de los sesenta

La apertura y dedicación de nuevas iglesias y la construcción de nuevos templos surge, como suele decir nuestro pueblo, “como pan caliente”. El 4 de agosto de1968 se constituye la Iglesia Bautista Universitaria en San Pedro. El epíteto de universitaria surge por su cercanía a las instalaciones de la Universidad de Costa Rica. El templo fue inaugurado a finales del año 1969 y su primer pastor fue el misionero Revdo. Daniel Sprinkle, luego de un período interino por parte del Revdo. Laverne Gregory vino el pastor David Guevara quien la pastoreó por 21 años del año 1972 al año 1993.  Luego vino la iglesia Bautista Dios de Paz en Ipís. Ésta fue misión de Guadalupe y se constituyó en iglesia el 12 de marzo de 1967 bajo el pastorado de Virgilio Hernández.  El pastorado más largo que esta iglesia tuvo fue el del Revdo. Carlos Alfaro que la pastoreó por alrededor de 14 años.  Vino luego la iglesia Bautista Emanuel en Aserrí. En realidad este fue un esfuerzo misionero comenzado desde el año 1953 por el hermano Dionisio Mora. Entre las primeras familias aserriceñas que se ganaron estuvo la del señor Alfredo Díaz López y su esposa doña Luzmilda Mora. No obstante, no fue sino hasta el 8 de febrero de 1959 que la obra fue adoptada como misión de Guadalupe estando en el pastorado de esta congregación Indalecio Bustabad. La constitución de la iglesia se dio el 24 de abril de 1959. Algunos de sus pastores fueron: Eliécer Gómez, Jorge Díaz y Rubén Piedra entre otros, y actualmente (2009) el pastor Alberto Bonilla. Su actual templo se construyó en el año 1975 bajo el pastorado de Rubén Piedra.  La iglesia Bautista de San Ramón nace como esfuerzo misionero de un grupo de hermanos de la capital. Sus primeras reuniones las hacían en una casa vieja a 200 metros del parque de la localidad. En 1963 la Misión Bautista compró el terreno en donde hoy se ubica su templo.  Sus primeros pastores fueron el hermano David Guevara, que años más tarde fue sustituido por el hermano Manuel Cordero. Estuvo también por muchos años el pastor Carlos Rivera  luego vinieron otros. En la segunda mitad de la década de los sesenta, la iglesia en San Ramón fructificó en una nueva misión que se abrió en Sardinal de Guanacaste. El trabajo comenzó alrededor del año 1966 con la llegada de Caravanas de Buena Voluntad que creó un ambiente propicio que rápidamente fue cultivado por el pastor David Guevara y su esposa Elízabeth. El hogar que abrió sus puertas para que se iniciara la obra fue el de la familia Navarrete Gutiérrez. En el año 1968 se adquiere una propiedad en el centro del pueblo, poco después en el año 1971 se constituye como iglesia y se construye e inaugura su nuevo templo en 1978. En este trabajo misionero contribuyó también el misionero Carlos Doyle. Luego llegó al pastorado de la iglesia el hermano Jesús mendosa que fue un hombre rescatado del alcoholismo por el ministerio del pastor Guevara.

La Difícil década de los setenta

A tenor del desarrollo de la obra y de su acelerado crecimiento creció también la tención relacional entre los misioneros extranjeros y el liderazgo nacional.  Las políticas propias de la filosofía misionera chocaron fuertemente con la visión que el liderazgo nacional tenía para la obra en Costa Rica.  La prepotencia de algunos misioneros, de la mano de su poder económico,  ya que eran los dueños legales de todos los activos, (templos, casas pastorales, campamento etc) indispusieron un sector de los pastores, que a su vez, hay que reconocerlo, tenían también sus problemas de personalidad que indisponían a los misioneros.  Todo el decenio fue de tirantez, de intentos fallidos de diálogo, de confrontación directa, de esfuerzos de reconciliación que no fructificaron y que  finalmente desencadenaron  lo que históricamente fue llamado “El cisma del ochenta”. El rompimiento era inevitable  y la problemática se reconoció oficial y pormenorizadamente en la reunión de Asamblea Ordinaria del mes de enero de 1980, auque se concretó en el mes de abril del mismo año.

El “cisma” fue muy lamentable, no solo por el mal testimonio de unidad frente a la sociedad costarricense, sino por el dolor que conllevó la separación de personas y familias bautistas que habían aprendido a amarse y estar juntas por muchos años.

Los argumentos que acompañaron la decisión de la separación fueron muy variados, desde aquellos que eran acompañados por un motivo razonable y serio, en defensa de la dignidad del liderazgo nacional, hasta aquellos que simplemente desataron rencores, amarguras y revanchismos por problemas personales no resueltos a su tiempo.   

A partir de ese momento, la obra se dividió y el grupo de iglesias disidentes se separó de la Misión del Sur (Foreing Mision Board) reclamado como propio  el derecho a seguir llamándose Convención Bautista de Costa Rica. Algunos de los pastores y líderes destacados en este sector de la convención fueron: Alberto Reyes, Ruferse Escoe, Alejo Quesada, guido picado y el joven José Enrique Ramírez, entre oros.  Otro sector de iglesias que decidió seguir en sus relaciones con  La Misión Bautista del Sur            se identificó con el nombre de Unión de Iglesias Bautistas (UNIB). Poco después, se formó un tercer frente de iglesias bautistas en el atlántico que aglutinó a las congregaciones de la zona con pretensiones de independencia. Este grupo se llamó Asociación Regional de Iglesias Bautistas (ARIBA), pero solo prevaleció por pocos años.

La UNIB siguió su camino con la colaboración de la Foreing Mision Board haciendo un especial énfasis en el trabajo con misioneros nacionales. En ese esfuerzo se abrieron nuevas obras en Guápiles y Ciudad Neily  con esfuerzos básicamente de las iglesias nacionales y una infraestructura mínima. Por otro lado, se desarrollaron otras iglesias en:  Los Guido de Desamparados, Villas de Ayarco, El Roble de Alajuela y Rincón Chuiquito de la Guácima también en esta  provincia. Algunos de los pastores destacados que permanecieron posteriores al cisma en esta agrupación fueron: David Guevara, Enrique Piedra, Adrián González entre otros.

Por otro lado, la Convención Bautista a partir del año 1981 inició relaciones fraternales con la American Baptist Churches (ABC) con sede en Valley Forge, Pensilvania. Esta nueva alianza se da con el entendido de que las relaciones deben se transparentes, respetuosas y solidarias. El Revdo. Víctor Mercado, secretario de área para América Latina de Ministerios Internacionales de ABC, se constituye en el puente relacional de esta nueva hermandad.   La Convención  Bautista experimenta también una nueva etapa de su historia con el nacimiento de nuevas iglesias y misiones y la adquisición de nuevas instalaciones para sus oficinas centrales.

Esta división dura 23 años para luego reencontrarse con la bendición de la unidad en el año 2003.